Cómo surgieron los pantalones vaqueros marca Levis es una gran historia debido a la cual se volvió el ícono de la vestimenta diaria en Estados Unidos y en el último siglo, no hay país donde las personas de todas las edades y estatus no lo lleven puesto.
El creador de estos pantalones fue Levis Strauss nacido en Baviera el 26 de febrero de 1829; emigró a New York en 1847 con su familia; algunos años después en 1953 se trasladó a San Francisco donde abrió una tienda pequeña de mercería convirtiéndose en un negocio próspero, surtía a los mineros con ropa, botas y diversos artículos.
Necesidades e innovaciones
Este empresario judío, Levis Strauss, fundó Levis Strauss & Co. La primer compañía en producción de pantalones vaqueros, jeans. En 1872, junto con otro sastre judío, Jacob Davis, hacen ropa con lienzo marrón y tela vaquera en color azul; sus pantalones se descosían fácilmente de los bolsillos, se necesitaban costuras más firmes para la ropa de los mineros. Strauss y J. Davis, encontraron la solución a este problema: usar remaches en las esquinas de los bolsillos de los pantalones. Juntos solicitaron la patente la cual fue concedida el 20 de junio de 1873 y de esta manera la marca quedó registrada y empieza la fabricación de los pantalones más usados en todo Estados Unidos y el mundo, los Jeans con el nombre de XX.
El logotipo de la marca Levis se ha utilizado desde el inicio hasta la actualidad sobre una pieza de piel cosida e los jeans, mostrando dos caballos que transmite la durabilidad de esta ropa; el emblema se usó por primera vez en 1886 y han pasado 129 años mostrando su significado. En 1890 los jeans o pantalones vaqueros cambian de ‘XX’ a 501 ® que indica su número de lote.
Estilos de vaqueros
Del tradicional estilo para aguantar las tareas del Oeste, Levis Strauss & Co. Saca al mercado los pantalones para montar bicicleta en el año 1895 y se necesitaron los siguientes 116 años para satisfacer al ciclista moderno con los Levis’s® Commuter en el 2011.
Levis Strauss falleció el 26 de septiembre de 1902, el negocio pasó a manos de sus cuatro nietos quienes materializaron su legado ayudando a diferentes organizaciones que ayudan a niños y a pobres residentes en la Bahía. La última fábrica dentro del territorio estadounidense fue cerrada en el 2008 para trasladarla a países del tercer mundo y pagar más barato la mano de obra.