Hoy te hablaremos un poco sobre las adictas a la moda. Claro ¿a cuál de nosotras no le gusta estar enterado sobre las últimas tendencias de la moda? Por supuesto que a todas. No hay ninguna persona que le falte alguna predilección, pero a veces eso llega a captar toda su atención y sin proponérselo se vuelve una obsesión.
Si tienes que ir al trabajo o a la escuela con un atuendo que sea forzosamente de temporada y con tu toque muy personal, pero el vestido del verano pasado o la pashmina que tanto te gustaba para las tardes frescas ya no van con tu gusto porque está out, eres una de las adictas a la moda.
Las adictas a la moda ¿Eres una de ellas?
En gustos se rompen géneros y a algunos les encantan los dulces, los chocolates o el buen vino e incluso una cerveza fría ¿Qué tendría de raro que te atraigan tan apasionadamente las tendencias de la moda?
El problema no es el gusto, el problema es cuando la actitud de las adictas a la moda las lleva hacia una adicción. Una droga que penetra por todo su torrente sanguíneo y en todo momento debes estar pegada a tu celular, a la televisión o a tu computadora para estar enterada sobre las últimas pasarelas, diseños, precios y sobre todo ofertas.
De hecho, para las adictas a la moda el único tema de conversación viable son los sombreros, gafas, accesorios, sandalias, comparar los estampados de los Manolos con los tacones de aguja de Manolo Blahnik y mencionar tanto como puedes la elegancia de los zapatos de Jimmy Choo hechos a mano.
Si aún tienes duda si eres una de las adictas a la moda y perteneces a su club, sabes todo sobre las bolsas de diseñador y puedes distinguir a leguas las copias de los originales Marc Jacobs y puedes morir por una bolsa de Michael Kors de piel de Saffiano en color Camel.
Además seguro que te encanta saber sobre Chanel, Balmain, Coco Yves Saint Laurent y te atreves a criticar a los demás por sus gustos y juzgas siempre lo que llevan puesto y sobre todo ¡que no les importa que sea pirata! Frunces el ceño si van de compras a Zara o a Suburbia y tus manos se mueven rápidamente entre las perchas y los accesorios.
No es que sea algo extremadamente malo, pero la solución es salir de día de campo o a la playa, donde puedas disfrutar de un día al aire libre, sin redes sociales o sin rebajas de temporada. J